Supongo que eran los que faltaban por venir, y claro está, tocó hacer las visitas de rigor a los puntos clave de Londres. Lo bueno de ésto es que pude posar en alguna que otra foto para la reflex de mi padre (¿cómo no aprovechar la ocasión de sacarse una foto con una cámara mejor que la mía? -al menos en teoría-), y el tiempo acompañó bastante este fin de semana, y aguantó entre nubes y claros... Hasta esta tarde, en la que ha caído un chaparrón, y me ha pillado de lleno; ¡para cinco minutos que ha durado!
En esta ocasión, he visitado la National Gallery y la Tate Modern (sí, a estas alturas y todavía no había ido...). Y la verdad es que he disfrutado de ambos lugares, especialmente del segundo (si bien el arte contemporáneo no es exactamente santo de mi devoción). En general me ha gustado mucho lo que he visto; nunca creí que me gustase el surrealismo y sus corrientes derivadas, pero me he quedado tonta mirando un cuadro de Miró. También me ha gustado mucho la fotografía, como la de August Sander y Bruce Davidson.
He salido contenta con mi chapita morada de la Tate y un librito sobre la escuela Bauhaus. Había que aprovechar, mum was paying the bills.
Mañana me tocará acompañar a mi familia al aeropuerto, y, con un poco de suerte, su vuelo no se verá afectado por el ya mundialmente conocido volcán, y podré volver tranquilamente a mi habitación a pelearme con los apuntes, siendo mañana el día antes de mis dos primeros exámenes en el King's. Sí, deseadme suerte, me da que esta vez la necesito especialmente.
1 comentarios:
Suerte!
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