Aún no he conseguido acostumbrarme a la rutina inglesa. Es complicado, cuando vas al supermercado a realizar unas compras a eso de las 6.30 de la tarde y te das cuenta de que faltan escasos minutos para que cierren; y es complicado, cuando pretendes salir a cenar algo fuera y la cocina cierra a las 9.30. Quién entenderá a estos ingleses...
A lo que sí me he acostumbrado, por fortuna o por desgracia, es a las noches londinenses. Hay locales realmente atractivos y amenos por la zona (¡y exentos de humo!), para los que no es necesario un largo desplazamiento. El propio King's College está bien dotado de una discoteca en el Student's Union, y con caminar un poquito más lejos, ¡nos encontramos con el Ministry of Sound! Uno de los destinos que ya constaba en mi agenda antes de venir.
La noche de ayer fue realmente brillante. Cuando entras en un pub o discoteca, siempre corres el riesgo de que haya canciones que te gusten, y canciones que no. Conmigo no se dio el caso anoche y no dejé de bailar en lo que estuvimos allí. Si la cheese music no es lo que os tira, no importa. Ministry of Sound dispone de varias salas, ¡a cada cual mejor! Sinceramente creo que ha sido una de las mejores inversiones de mi vida. Y todavía sonrío cuando se me viene a la mente. La única pega: al ser lunes, y ser una fiesta en la que prácticamente todos éramos estudiantes del King's, Ministry nos cerró a las 3 de la mañana. No está mal teniendo en cuenta que el día de hoy no se podía pasar en la cama...
Son poco más de las 7 y ya está oscureciendo... ¿Debería ponerme el pijama e irme a dormir? I don't think so...
29 sept 2009
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