25 mar 2010

No news, good news?


El tiempo pasa volando y sin mucha novedad por este blog... ¿Buena señal?

La verdad, es que a veces me paso por aquí con la sana intención de compartir más vivencias, pero no encuentro la palabra precisa, ni la anécdota adecuada. Así que tal vez debería limitarme a contar lo que he estado haciendo estos últimos días, para que no se queden en el olvido, al menos.

Pues tras una visita vino otra, con sus consecuentes paseos de aquí para allá, los ataques consumistas (es lo que tiene salir con tu prima y que te diga que quiere mirar tiendas) y la visita de rigor a Camden (ya dije que me encanta ese sitio). Me compré un tinte morado he hice algún que otro experimento sobre mi pelo, y la verdad, no estaría mal teñírmelo completamente de "plume", vamos, un morado tirando a oscuro. También me compré unas gafas a lo NERD que tarde o temprano acabaré sacando a la calle, al menos aquí en Londres. ESE es uno de los puntos buenos que tiene esta ciudad, y que creo que ya he comentado en alguna ocasión: da igual quien seas, lo extravagante que te consideres al vestir o al actuar; ¡SIEMPRE habrá alguien más extravagante que tú! Eso me invita a experimentar con las cosas; no me considero una persona muy atrevida, pero estoy aprendiendo a serlo.

El sábado 20 tuvimos paellada, en un intento de recrear el ambiente que hubo en el gran Cocido(s) Day (entiéndase el nombre como la forma de decir que el cocido no es el único que acabó cocido...). Tal vez este sábado no fue tan exitoso como aquel otro, pero las excusas para juntarnos un montón de personas y "hacer ruido" siempre son bienvenidas. Acabamos todos impregnados de un agradable olor a pescado y cerveza. Hacia la noche ya hubo unos cuantos desertores (servidora entre ellos), pero por lo visto la fiesta siguió hasta bien entrada la madrugada para muchos y tuvo cierto éxito. Espero, que con la mejora del tiempo y algo más de tiempo libre, me pueda yo apuntar a una juerga así.

Lo que lleva de semana, ha ido más o menos como imaginaba. Hay ocupaciones de las que encargarse, así que me he dedicado a trabajar un poco en los essays que me quedan por terminar (y lo que me queda...) y he ido a clase. El martes tuvimos en Journey Through Spain la visita de una escritora llamada Lala Isla, que publicó en el 2002 un libro de viajes llamado Londres, Pastel sin Receta. Aitziber (El Espejo Escrito)se tomó el lujo de copiar las frases que bien podrían considerarse célebres y que la escritora soltó (tal vez pensando demasiado, tal vez sin pensar). Cito algunas:

"En España no viajamos, vamos a comer" (sí, lo del turismo gastronómico está demasiado en auge, "y aquí, ¿qué plato típico hay?")

"Porque si la ciencia fuera imparcial, tendríamos buenos anticonceptivos" (olé xD)

"Yo es que hay veces que leo… y digo… ¿pero qué me estás contando…? Todo palabras rarísimas…" (vamos, totalmente de acuerdo, la literatura no debería ser un torturador de mentes, debería ser simple y muchas veces, enviar su mensaje sin necesidad de florituras)

"Porque no nos engañemos: lo de las notas [a pie de página]son un coñazo" (qué Dios, digo, ¡que el King's College London te oiga!)

"Y en los hospitales de Londres había carteles que ponían: ¡Padres, no abandonéis a vuestros hijos, visitadlos!" (pobres criaturas recién nacidas y que sus padres pasen de ellos... Por lo visto era lo que se llevaba aquí en los 70)

"Escribí mi libro en primera persona porque la literatura de viajes es así" - Bueno, Cela escribía en tercera persona (contesta la profesora) - "Ya… Pero Cela… ejem, ñuñuñu..."(al margen de si la literatura de viajes se ha de escribir o no en primera persona... Sí, Cela puede llegar a ser un truño, jaja)

"Y la gente se quería ir a la Luna… A la luna ¿para qué…? Si no hay mercados, ¡no hay fiestas!" (¡ya te digo! Quien la diseñó no tenía nada de instinto comercial...)
Al margen de ésto, también podría contar que ayer tuve uno de los días más productivos en mi corta vida aquí en London, porque me animé a ir con De Pablos a los ordenadores de la biblio para así poder continuar escribiendo mi essay (hoy creo que me quedo en casita trabajando, por pereza más que nada), y que haré lo posible para poder ir mañana a la fiesta Erasmus en el Ruby Blue en Leicester, que se celebra con motivo del final del semestre. Es verdaderamente insólita la posibilidad de asistir aquí en Londres a una fiesta de categoría Erasmus; como comentaba en la paellada con Leonardo, un chico italiano, los Erasmus somos uno más aquí en Londres. No tenemos ni las desventajas, ni tampoco los beneficios de ser estudiantes de intercambio; si existe una visión preconcebida y falsa de lo que es ser Erasmus, aquí se cumple de lleno. En definitiva, Londres se le queda grande a alguien como nosotros. Pero eso no quita que disfrutemos de nuestra experiencia.

Si me lo permitís, me voy al Wasabi de Waterloo a por algo de papeo y me recluiré en mi kelly hasta que avance un poco más en mi coursework (acabo de releer esta frase y...¡tela!).

See ya!

3 comentarios:

Licesbury dijo...

Londres no se nos queda grande, a lo mejor nosotros somos demasiado grandes para londres!

Alba dijo...

jajaja!! Tal vez tengas razón xD

Ainara dijo...

Londres comparau con BILBAO es midget! jajajaja

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