Por mi parte, me conformaría con tener la fuerza de voluntad suficiente como para ponerme la ropa y el abrigo encima e ir al Café Nero (o Café Nerd, como lo llamo yo cariñosamente a veces) más cercano a pedirme un Hot Chocolate Milano, que es lo más parecido que hay aquí a lo que yo estoy acostumbrada a llamar "chocolate caliente". Está claro que aquí no saben lo que es un chocolate caliente. Si se llama chocolate, es porque habría de ser mayormente espeso y saber a chocolate, no ser leche (¡semidesnatada además!) manchada de cacao. Que lo llamen "Semi skimmed milk mixed with cacao powder that tastes really bad when what you're looking for is a real HOT CHOCOLATE and they make you feel upset with this shit", así me hubiera ahorrado yo el disgusto la primera vez.
Ojo: que no es que no me guste el Cola Cao o Nesquik de toda la vida, lo que no quiero es que me timen cuando mi imaginación palatal vuela. Será que soy una ilusa que cree en la literaridad de las palabras.